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Si bien la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa, llamadas en su conjunto Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) son enfermedades que pueden afectar la calidad de vida del paciente, con el tratamiento adecuado no hay mayores obstáculos que le impidan a quienes la padecen llevar una vida normal. Sin embargo, como sucede con cualquier persona que tiene alguna afección, hay momentos o situaciones particulares en las que es recomendable tener especial atención y cuidado.
En el caso de los pacientes con EII, los viajes representan una de estas situaciones particulares, como hay otras tantas que los pacientes aprenden a sobrellevar. Por supuesto, para que esto suceda es importante que exista una buena comunicación entre paciente y médico. El médico es quién podrá trasmitir tranquilidad y esclarecer las dudas que se pueda tener frente a un viaje, ya sea de placer o trabajo. El paciente, por su lado, es quien mejor conoce su cuerpo y sabrá tomar las recomendaciones ante cualquier indicio que surja.
Nos acercamos a los meses de calor y junto al receso escolar, la gente comienza a organizar sus vacaciones. Independientemente de la época del año, hay pacientes que tienen que viajar por cuestiones laborales. Por eso, desde la Fundación Más Vida acercamos una serie de recomendaciones e información para los viajeros con EII que podrán ser de utilidad a la hora de pensar y organizar un viaje.
- Tomá nota de los centros de atención sanitaria especializados en la ciudad que visitarás, con anterioridad a tu partida. Esto te ayudará a saber a dónde dirigirte ante alguna emergencia. También de uno o dos profesionales especializados en la ciudad que visites. Tu médico tratante, tal vez, pueda recomendarte algún colega.
- Asegurate de llevar medicación suficiente para todo el período de duración del viaje. Incluso, es recomendable llevar algunas dosis extras, ante cualquier imprevisto que extienda la estadía. Si viajás en avión, siempre es bueno llevar con uno dosis para dos o tres días por si llegase a extraviarse el equipaje. El resto de la medicación podés despacharla con el resto del equipaje.
- Si tu tratamiento incluye medicación que requiere mantener cadena de frío (biológicos), hay que trasladarla en una bolsa térmica con varios geles refrigerantes (se consiguen en farmacias) que deberás ir reemplazándolos durante el vuelo, a intervalos regulares, de modo de mantener la temperatura del producto dentro del rango óptimo entre 2 y 8°C (Debes saber que hay estudios que sustentan la conservación excepcional a temperatura entre 11°C y 25°C por hasta 4 días). Recordá que el producto no puede llevarse a una temperatura superior a 25°C.
- Pedile a tu médico tratante que realice un certificado especificando el diagnóstico y prescripción de la medicación (incluyendo nombre genérico de la droga) con las dosis necesarias para presentar ante las autoridades que correspondan. Adicionalmente, es ideal llevar un informe de la historia clínica. Es recomendable llevar toda esta información traducida al idioma del país que visitarás.
- Llevá una receta con detalle de la medicación necesaria para tu tratamiento. Te será útil en caso de pérdida o robo. Toda la medicación es de venta bajo receta, sin ella no podrás comprarla. Estate atento a que la fecha de emisión de la receta esté vigente durante el período de tu viaje.
- Solicitale a tu médico que te dé por escrito un plan de acción en caso de una recaída de tu enfermedad mientras estas de viaje. Y asegurate que llevás toda la medicación allí indicada.
- Traslada la medicación en su envase original para permitir una correcta identificación por parte de las autoridades u otros.
- Podrá ser útil llevar en el bolso de manos papel higiénico y una muda de ropa ante cualquier urgencia.
- Llevá el número de teléfono de tu médico tratante y la credencial del seguro de salud en el bolso de mano.
- En ciertos países es necesario vacunarse con antelación. Conversá con tu médico sobre tu situación específica, sobre todo si estás recibiendo tratamiento con esteroides, inmunomoduladores o terapias biológicas ya que deberás evitar algunas vacunas (contra la fiebre amarilla, el cólera y la tuberculosis).
- Es recomendable beber siempre agua embotellada, incluso para lavarte los dientes, y evitar bebidas con hielo.
- Viajá con un seguro de salud con cobertura internacional si vas al exterior del país. No olvides declarar tu condición de enfermedad crónica preexistente para asegurarte que ante cualquier situación cubrirán tus necesidades.
- En países como Estados Unidos y algunos de los europeos, existen varias apps móviles que te permiten encontrar rápidamente baños públicos.
Por último, ante cualquier duda es recomendable que visites a tu médico de cabecera que conoce las particularidades de cada paciente. Muchas veces hablar ayuda a organizar las cosas.
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