27/5/15

Descubren un grupo de células responsables de las enfermedades autoinmunes *


Descubren un grupo de células responsables de las enfermedades autoinmunes

La disfunción del interruptor molecular que las mantiene bajo control podría ser la causa de este tipo de patologías.

immedicohospitalario.es

Investigadores australianos han descubierto que un grupo previamente indetectado de linfocitos B podría ser responsable del síndrome proliferativo autoinmune (ALPS) y, posiblemente, de otras enfermedades caracterizadas por un exceso de activación del sistema inmunitario. Estos linfocitos B “renegados” son generados en los centros germinales (GC) de los órganos linfoides secundarios, los lugares en los que es orquestada la respuesta inmunitaria frente a patógenos. Los GC son estructuras transitorias a las que migran los linfocitos B, donde éstos encuentran el microambiente apropiado para iniciar el proceso de recombinación genética necesario para producir anticuerpos de elevada afinidad frente al invasor. A la finalización de este proceso de maduración, el linfocito B se convierte en una célula plasmática que sintetiza grandes cantidades de un único anticuerpo.

La velocidad y naturaleza aleatoria del proceso facilitan que, en ocasiones, el anticuerpo presente afinidad por una estructura propia, en cuyo caso la célula debe ser eliminada para evitar la autoinmunidad. Aunque las interacciones que gobiernan el proceso de eliminación son desconocidas, se creía que Fas, un ligando inductor de apoptosis, estaba involucrado. Ahora, una investigación conducida en el Garvan Institute of Medical Research de Sidney ha demostrado que Fas tiene un importante, aunque inesperado papel en la ablación de las poblaciones de linfocitos B autoreactivos. Los científicos demostraron que la desactivación del gen Fas en ratones resulta en la aparición de linfocitos B renegados en los GC. Además, las células plasmáticas derivadas forman una población extraordinariamente numerosa, no se atienen a los mecanismos de regulación inmunológica habituales y producen principalmente anticuerpos de la clase IgE. Más importante todavía, la maduración de los anticuerpos evolucionó en sentido opuesto al habitual, siendo seleccionados los que presentan menor afinidad por los antígenos externos y con mayor proporción de autoanticuerpos.

En el examen de los datos de una numerosa cohorte de pacientes con ALPS, una enfermedad caracterizada por la presencia de mutaciones en Fas, los investigadores constataron que más del 25% presentaba niveles elevados de IgE, lo que da pie a hipotetizar que los hallazgos en el modelo murino son trasladables a humanos. En apoyo de esta hipótesis está la observación de que niveles elevados de IgE han sido observados en otras enfermedades autoinmunes, como el lupus.
 

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