17/4/17

Artritis reumatoidea: tratarla de manera integral frena su avance [17-4-17]


Artritis reumatoidea: tratarla de manera integral frena su avance

Después de 10 años de evolución con un programa inadecuado, menos del 10 % de pacientes puede trabajar o realizar tareas habituales.


La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad sistémica, progresiva, crónica y autoinmune, que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones, y puede conducir a daño articular. A cualquier persona le puede dar esta enfermedad, aunque ocurre con más frecuencia entre las mujeres. La enfermedad comienza a menudo durante la edad mediana y es más común en mujeres y personas de mayor edad, aunque a los niños y jóvenes también les puede dar. Se desconoce su causa pero ciertos factores genéticos (hereditarios) y ambientales pueden desencadenar la enfermedad, aunque no la determinan. Es una afección que no tiene cura, y le tratamiento que se lleve adelante es determinante. Después de 10 años de evolución con un programa inadecuado o mal llevado, menos del 10 % de los pacientes puede trabajar o realizar tareas habituales de su vida cotidiana, y esto, a su vez, tiene un gran impacto en la vida social, según establece el periódico digital argentino El Clarín.

“La AR es un enfermedad crónica que requiere un tratamiento integral y multidisciplinario para lograr el objetivo principal, que es la remisión o, al menos, un estado de baja actividad en los casos en que lo primero es imposible de conseguir. Las medidas básicas para alcanzar esto se basan en el control objetivo y estricto de la enfermedad y en el tratamiento medicamentoso específico”, explicó la doctora Dora Pereira, jefa de la Unidad de Reumatología del Hospital Ricardo Gutiérrez de La Plata, durante el encuentro para pacientes organizado recientemente junto al laboratorio Roche. Y añadió: “Es de fundamental importancia el consenso entre el médico y el paciente, quien debe aprender a conocer su enfermedad; hacerse amigo del enemigo, y reconocer los beneficios del tratamiento bien indicado. Se trata de una patología que necesita de la atención conjunta del reumatólogo, médico clínico, terapista ocupacional, fisiatra, nutricionista, y psicólogo, entre otros profesionales”.

Para abordar el tratamiento de forma completa, realizar actividad física, seguir un plan de alimentación saludable; así como tener contención familiar y social constituyen los pilares esenciales.

“El tratamiento farmacológico incluye los medicamentos sintomáticos para disminuir el dolor y las drogas modificadoras de la enfermedad. Los primeros (antiinflamatorios no esteroideos y corticoides) disminuyen el dolor y la inflamación, pero no cambian el curso de la enfermedad y además hay que tener cuidado con los efectos secundarios; mientras que las segundas retrasan la evolución y deben indicarse inmediatamente al diagnóstico”, explicó Pereira. A su vez añadió que “en los últimos años, han aparecido nuevos medicamentos llamados agentes biológicos, que están dirigidos contra sustancias químicas y células del sistema inmunológico como rituximab, etanercept, adalimumab, infliximab, tocilizumab, abatacept, certolizumab,golimumab entre otros, y cuya función es disminuir los síntomas y signos de la enfermedad y retardar su progresión. Además, suelen ser bien tolerados”. La doctora también mencionó la importancia del tratamiento rehabilitador: “Uno de los propósitos de la rehabilitación es preservar o mejorar la capacidad psicofísica y comprende ejercicios terapéuticos, terapia ocupacional y fisioterapia”, describió.

En cuanto a la alimentación, seguir una dieta saludable le permitirá al paciente mantener un peso adecuado y esto a la vez contribuirá a: prevenir daños articulares, tolerar mejor los tratamientos, mantener la fuerza y la energía.

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